En un proyecto de las asignaturas de biología, química y física, los/as estudiantes de octavo básico desarrollaron recetas saludables como parte de la Unidad de Nutrición.
La tarea consistió en que los/as alumnos/as identificaron las necesidades diarias de consumo de energía de acuerdo con su edad y en base a ello propusieron una minuta saludable. Luego, durante el proceso de elaboración, observaron, reconocieron y analizaron los cambios químicos y físicos, tipos de mezclas y reacciones que sufren los alimentos a partir de la cocina, para luego contrastar su eficiencia energética y económica y calcular así las porciones de ingredientes, las que indicaron en una etiqueta nutricional.
Muffins, batidos, fajitas, ensaladas y snacks, fueron parte de los resultados presentados en tres muestras evaluadas (por curso) que terminaron con una degustación de las comidas.
Este proyecto nació hace algunos años en la asignatura de biología de miss Romina Fuentes, y se ha convertido en una actividad interdisciplinaria que permite a los/as estudiantes mirar el contenido desde algo tan cotidiano como es el alimentarnos, considerando de una forma más integral elementos de distintas ciencias, haciendo uso de la cocina como un laboratorio de química en casa y el uso de fórmulas físicas asociados a medidas y presupuesto monetario.
Finalmente esta actividad lleva a los estudiantes a reflexionar que para disminuir índices de obesidad infantil, necesitamos de una alimentación saludable y nutritiva, que no depende solo de las porciones y tipo de alimento que ingerimos, sino que también involucra el presupuesto de cada familia respecto a los costos económicos que ofrece el mercado. Esto nos invita a proponer futuros proyectos que promuevan alternativas saludables al alcance de todos.